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Cuando pensamos en estimulación cognitiva, solemos enfocarnos en funciones como la memoria o la atención. Pero hay un aspecto igual de importante que muchas veces pasa desapercibido: las emociones.

Así como entrenamos el cuerpo para mantenernos en forma, el cerebro también necesita ejercitarse. La estimulación cognitiva consiste en realizar actividades diseñadas para mejorar funciones como la memoria, la atención, el lenguaje o el razonamiento.